domingo, 22 de diciembre de 2013

Sobre el porvenir del tal Elpidio

 Un juez, ¿qué coño de puñetas es?
¿V. se imagina a un tío que, por un quítame allá esas pajas, te puede meter en la cárcel para toda tu vida o arruinarte para todos lo siempres?
Y resulta que el tío ese, además, tiene que comer, y come, todos los días, ha de dormir bajo un techo en una buena cama y bien acompañado, según sus gustos.
Pero es que el payo tiene también ideología política, claro que la tiene, y tan marcada que piensa que el mundo entero está hecho sólo para obedecerle a él, o sea que es más de ultraderecha que el propio Franco, aquel tío que afirmó que lo dejaba todo atado y bien atado.
Y todo esto porque un día se presentó a unas oposiciones y las ganó o porque era un buen abogado o profesor de universidad y se presentó por el turno de juristas de reconocido prestigio.
Y llegó un día a su juzgado y salió a tomar café con sus compañeros y éstos le dijeron de qué iba la cosa: “mira, no es tan difícil como al principio parece”, se trata de seguir siempre un par de reglas: a partir de ahora, tú eres Dios, sí, hombre, sí, todo lo que digas irá a misa siempre que otro de nosotros no lo contradiga, pero, y aquí la 1ª regla de oro de nuestra jodida profesión: lo que un juez hace ni Dios lo deshace en el cielo, lo que, a su vez implica que ningún juez nunca osará tocar a un compañero ni siquiera con la más ligera de las plumas del ala de un ángel, más le conviene antes atarse una piedra al cuello y arrojarse de cabeza al mar; así era, coño, hasta que empezaron a llegar al Gobierno toda esta gentuza que cree que el Estado, o sea, todo el puñetero poder lo tienen ellos; y estás sentado tú, tan tranquilo, en tu despacho y suena el teléfono y es el presidente de uno de los muchos gobiernos que ahora hay o de un Banco, coño, y te dice que tiene mucho interés en que un determinado asunto acabe como a él le conviene, y tú, entonces, ¿qué es lo que puedes hacer, coño? No ya sólo porque todos los meses te llega milagrosamente un sobre con una determinada cantidad de dinero, que eso es lo de menos, sino porque, si no obedeces, tendrás una serie de problemas que seguramente no podrás resolver. Pero es muy difícil hacer siempre todo lo que te sale de los cojones y cuando ya te crees que el puñetero mundo es tuyo, te llama el expresidente de Gobierno y te dice que de empurar a su amigo el presidente de tal Caja, nada, “eh”. Depende de cómo seas tú, en realidad, a mí, cada vez que un jodido chupatintas de estos me dice: “oye, tú, haz esto”, siento el deseo irresistible de hacer todo lo contrario, creo que se llama orgullo profesional o soberbia, no sé, el caso es que yo siempre hago todo lo contrario de lo que me ordenan, coño, porque, si no, ¿para qué coño entonces me hice juez?.
-Esto es lo que le pasó a un tipo como Garzón, que sabía muy bien dónde le salieron los primeros cuernos y se negó a que unos jodidos politicastros le marcaran el camino y ahí está, ejerciendo de abogado de mala manera, pero eso no es nada con lo que le va a pasar a este tal Elpidio, que nadie sabe coño de dónde ha salido, a mí me parece que está totalmente chiflado porque el presidente de Cajamadrid era más que un hermano de Aznar y la mano derecha de Esperanza Aguirre, meterle mano es como intentar joder a todo el PP, yo no sé dónde va a acabar este pobre hombre, ya sé que esto no es los EE.UU., donde un presidente se pone tonto y le pegan 2 tiros a él y a su hermano, el fiscal general, pero de alguna u otra manera sólo Dios sabe cómo va a acabar.
-¿Y tú me dirás, y al tipo ése, el tal Ruz, como lo están dejando llegar tan lejos? No lo sé, este asunto me tiene totalmente desconcertado. A lo mejor ha hecho un pacto con ellos o tienen ya segura una causa de nulidad, como hicieron en el caso Naseiro, y todo esto tan aparatoso que están haciendo no es más que un jodido paripé.
 Y el juez novato se fue a casa un poco asustado.



sábado, 21 de diciembre de 2013

 Un juez, ¿qué coño de puñetas es?
¿V. se imagina a un tío que, por un quítame allá esas pajas, te puede meter en la cárcel para toda tu vida o arruinarte para todos lo siempres?
Y resulta que el tío ese, además, tiene que comer, y come, todos los días, ha de dormir bajo un techo en una buena cama y bien acompañado, según sus gustos.
Pero es que el payo tiene también ideología política, claro que la tiene, y tan marcada que piensa que el mundo entero está hecho sólo para obedecerle a él, o sea que es más de ultraderecha que el propio Franco, aquel tío que afirmó que lo dejaba todo atado y bien atado.
Y todo esto porque un día se presentó a unas oposiciones y las ganó o porque era un buen abogado o profesor de universidad y se presentó por el turno de juristas de reconocido prestigio.
Y llegó un día a su juzgado y salió a tomar café con sus compañeros y éstos le dijeron de qué iba la cosa: “mira, no es tan difícil como al principio parece”, se trata de seguir siempre un par de reglas: a partir de ahora, tú eres Dios, sí, hombre, sí, todo lo que digas irá a misa siempre que otro de nosotros no lo contradiga, pero, y aquí la 1ª regla de oro de nuestra jodida profesión: lo que un juez hace ni Dios lo deshace en el cielo, lo que, a su vez implica que ningún juez nunca osará tocar a un compañero ni siquiera con la más ligera de las plumas del ala de un ángel, más le conviene antes atarse una piedra al cuello y arrojarse de cabeza al mar; así era, coño, hasta que empezaron a llegar al Gobierno toda esta gentuza que cree que el Estado, o sea, todo el puñetero poder lo tienen ellos; y estás sentado tú, tan tranquilo, en tu despacho y suena el teléfono y es el presidente de uno de los muchos gobiernos que ahora hay o de un Banco, coño, y te dice que tiene mucho interés en que un determinado asunto acabe como a él le conviene, y tú, entonces, ¿qué es lo que puedes hacer, coño? No ya sólo porque todos los meses te llega milagrosamente un sobre con una determinada cantidad de dinero, que eso es lo de menos, sino porque, si no obedeces, tendrás una serie de problemas que seguramente no podrás resolver. Pero es muy difícil hacer siempre todo lo que te sale de los cojones y cuando ya te crees que el puñetero mundo es tuyo, te llama el expresidente de Gobierno y te dice que de empurar a su amigo el presidente de tal Caja, nada, “eh”. Depende de cómo seas tú, en realidad, a mí, cada vez que un jodido chupatintas de estos me dice: “oye, tú, haz esto”, siento el deseo irresistible de hacer todo lo contrario, creo que se llama orgullo profesional o soberbia, no sé, el caso es que yo siempre hago todo lo contrario de lo que me ordenan, coño, porque, si no, ¿para qué coño entonces me hice juez?.
-Esto es lo que le pasó a un tipo como Garzón, que sabía muy bien dónde le salieron los primeros cuernos y se negó a que unos jodidos politicastros le marcaran el camino y ahí está, ejerciendo de abogado de mala manera, pero eso no es nada con lo que le va a pasar a este tal Elpidio, que nadie sabe coño de dónde ha salido, a mí me parece que está totalmente chiflado porque el presidente de Cajamadrid era más que un hermano de Aznar y la mano derecha de Esperanza Aguirre, meterle mano es como intentar joder a todo el PP, yo no sé dónde va a acabar este pobre hombre, ya sé que esto no es los EE.UU., donde un presidente se pone tonto y le pegan 2 tiros a él y a su hermano, el fiscal general, pero de alguna u otra manera sólo Dios sabe cómo va a acabar.
-¿Y tú me dirás, y al tipo ése, el tal Ruz, como lo están dejando llegar tan lejos? No lo sé, este asunto me tiene totalmente desconcertado. A lo mejor ha hecho un pacto con ellos o tienen ya segura una causa de nulidad, como hicieron en el caso Naseiro, y todo esto tan aparatoso que están haciendo no es más que un jodido paripé.
 Y el juez novato se fue a casa un poco asustado.